Hay momentos en la vida que todo discurre como un río en su cauce teniendo la sensación que las cosas suceden tal y como deseamos.
De repente un día, el río, que hasta ahora parecía tranquilo, se convierte en un caudal de agua descontrolado, furioso, desbordante, donde se arremolinan sedimentos y sentimos como nuestro día a día se rompe en pedazos. Esta metáfora simplemente no es más que un reflejo de lo que sucede en nuestras vidas.
Un día te levantas y por cualquier causa: laboral, relacional, accidental, familiar, nuestra vida se desborda, sufrimos emociones inesperadas y de repente llegamos a sentir que todo se desmorona o que necesitamos iniciar un nuevo camino.
Es el momento de parar, reflexionar, ponderar, empatizar y calibrar la situación. Son aquellos momentos en los que sientes que la rabia, la decepción, la tristeza, el desazón se apoderan de ti y nublan tu pensamiento. En estos momentos, el cerebro se convierte en una lupa amplificadora, en donde cualquier piedra del río se convierte en una pesada roca.
Algunos recursos útiles para estas situaciones son:
- No te precipites. No decidas nada bajo los efectos del enfado, ira o desesperación.
- Sé prudente y no muevas ficha hasta que estés convencido de qué deseas realmente. Y esto, con frecuencia necesita tiempo.
- Toma distancia. Intenta ver la situación desde fuera. Pasa de ser protagonista a verlo como si le pasara a otra persona. La perspectiva de las cosas ofrece ángulos que a veces de una posición propia no vemos.
- Despójate de todas las emociones negativas antes de tomar cualquier decisión sea en el sentido que sea (rabia, tristeza,....).
- Adopta una actitud que me gusta denominar realistamente positiva para resolver la situación. Esto quiere decir que abandones autoengaños y te centres en encontrar una salida productiva.
- Sé valiente. Seguro que tienes todos los recursos para salir adelante y sino busca ayuda.
Y lo más importante de todo, es que siempre podrás rescatar algún aprendizaje que podrás añadir a tu mochila de la vida.
Gracias por tu lectura. Te invito a que dejes tu comentario.
Hasta pronto.
Escribir comentario
Marisa (sábado, 04 agosto 2012 19:08)
Tu correo con el nuevo cambio a gmail me ha hecho volver a tener noticias tuyas.
Ha sido un alegria para mi ver tu blog y ahora que estamos descanso me viene divino poder leer los artículos que publicas. Seguro que me sirven, porque ultimamente necesito un empuje de ánimo y moral. Será la edad, las circunstancias que nos rodean, el futuro incierto o "el calor",jajaja......vamos que me viene de lujo.
Espero que tu sigas bien y con buenas perspectivas.
Aunque por falta de tiempo, no olvido a las primeras que estuvimos en contacto.
Un besote