Relaciones con fecha de caducidad (3): El sexo y otras cosas del querer.

 

Retomo el tema de las relaciones con fecha de caducidad iniciado ya hace un par de semanas para abordar uno de los elementos que suele ser indicador de que las cosas no funcionan en una pareja: el sexo y lo que he llamado "las cosas del querer", en homenaje a aquella canción de nuestros abuelos.

 

Es común que cuando una pareja o uno de los miembros de la pareja empieza a sentir que algo no funciona en la relación, uno de los elementos que destaca es la diferente actitud y comportamiento ante las relaciones sexuales que hasta ese momento mantenían.

 

Cambios en la frecuencia de relaciones sexuales, en la intensidad, manifiestación de aburrimiento, rutina, falta de deseo, inapetencia, dificultad para llegar al orgasmo, falta de interés, necesidad de tener fantasías para excitarse, se tiende a la evitación en las relaciones (las famosas excusas "jaquecas, cansancio"...) suelen ser indicadores de que "algo" ha cambiado o que la relación no fluye tal y como lo hacía hasta ese momento.

 

La sexualidad es una necesidad básica para el equilibrio fisiológico y emocional de la persona, y por extensión de la pareja. A través del sexo, no sólo se cubren las necesidades fisiológicas de ambos, tema muy importante, sino que además se fortalecen vínculos emocionales. El sexo permite construir un espacio único entre esas dos personas.

 

El sexo es una vía  de disfrute, de comunicación ( no necesariamente verbal ;-) ), de ejercicio de la empatía, de entrega, de complicidad, de generosidad, de acercamiento, en definitiva un intercambio completo que debe satisfacer a ambas personas. Para ello, es imprescindible cuidar adecuadamente las relaciones sexuales.

 

Pero no acaba aquí, son también un espacio de crecimiento personal en el que se pueden entrenar diferentes competencias emocionales. 

 

Cuando las relaciones sexuales dejan de funcionar se producen consecuencias colaterales como la falta de autoestima, la falta de confianza en uno mismo, aumenta la irritabilidad, aumenta la desconfianza hacia el otro miembro de la pareja, empiezan a invadir los pensamientos negativos (celos, infidelidades,...), pueden aparecer sentimientos de distanciamiento, etc.. Ante esta situación se recomienda tomar conciencia de la situación, dimensionar el alcance, ver qué está sucediendo exactamente, qué está pasando a cada persona y sobretodo HABLAR SOBRE EL TEMA y buscar una solución.

 

Muchas de las rupturas que se producen en la pareja es por una falta de comunicación clara, directa y sana cuando todavía se estaba a tiempo y no siempre se está a tiempo de evitarse.

 

En las "cosas del querer" incluyo todo aquel repertorio de conductas que se dan en la fase del enamoramiento: abrazos, besos, miradas cómplices,... etc que es necesario recuperar cuando la relación flaquea.

 

Y por último, aunque sea una situación que nadie desea hay veces que el amor se rompe y es imposible recomponerlo. En esos casos, cerrar a tiempo y cerrar bien.

 

Espero que haya sido de vuestro interés y hasta pronto.

 

Como siempre, os invito a dejar vuestros comentarios al respecto.

 

Un abrazo,

 

 

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