Nunca suelo hablar de mi pero en esta ocasión os pido permiso para hacerlo.
Este viernes pasado viví una de las experiencias más entrañables de mi vida social.
Con motivo de la celebración de los 50 años de todos los que estudiamos juntos lo que entonces era EGB (de los 6 a los 14 años), se organizó en nuestra escuela un cena, baile y copas a la que asistimos las tres líneas del curso y también un par de profesoras.
No tengo palabras para describir todas las emociones que sentí. Fue un reencuentro mágico. De repente conecté con mi niña interior, percibí y recibí muchas muestras de cariño, volvieron a mi imágenes, sabores, canciones, olores, juegos… Qué feliz fui junto a ellos!! Cuánto aprendí entonces y cuánto aprendí el viernes.
Por esto quiero dedicar este post y agradecer a todos mis compañeros/as de clase y también a los de las otras, porque en parte soy lo que soy hoy gracias a todo lo que me aportaron en aquellos días.
El valor de la amistad está presente en mis valores fundamentales y este viernes pude honrarlo y reafirmarlo.
Quiero dedicar unas palabras especiales a mi amiga Laura quien ya no está con nosotros pero estuvo presente en el corazón de todos.
Siempre estaréis todos en mi corazón.
Gracias a todos por respetar que hoy haya roto mi estilo de post habitual.
Hasta pronto!
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Clara Bertran (lunes, 29 septiembre 2014 17:06)
<3
Gemma (lunes, 29 septiembre 2014 22:35)
Que emotiu Carme! Les amistats de la infancia són les que perduren per sempre i et fan recordar , com bé dius, la nena o nen interior que tots portem dins,
Petonets
Carme Brit (martes, 30 septiembre 2014 12:31)
Gràcies Clara i Gemma!