Ser coach no sólo es una profesión sino una actitud vital y para tener credibilidad en una sociedad como la actual es necesario ser coherente con lo que piensas, sientes, dices y sobretodo haces. Dicho en otras palabras “predicar con el ejemplo”.
Es por todos sabido que estamos en un momento en el que existen muchos coaches en el mercado, sin embargo, esto lejos de ser una amenaza se convierte en una gran oportunidad cuando tu formación, visión, misión y valores están alineados.
“¿Ana y tú sois competencia? Las dos tenéis programas para formar a coaches, nos comentan algunas personas sorprendidas porque conocen nuestra relación profesional y amistad. https://www.anamerlino.com/ser-coach/
Cuando me comentan esto siempre esbozo una sonrisa, pienso en Ana, y me alegro de haber “cambiado el paradigma” (que de eso va el coaching) y haber sido capaces de crear un modelo de relación de cooperación, transparencia, confianza y win-win.
Nosotras no competimos, nosotras colaboramos, compartimos, crecemos juntas y nos “coacheamos” mutuamente para ofrecer a nuestros clientes la mejor versión de nosotras mismas. Nuestra relación está basada en el respeto mútuo y la admiración.
Algún día nos despedimos de nuestros “egos” porque en una relación sana no caben, no son necesarios, no tienen espacio. No tenemos que demostrar nada, porque ambas sabemos quién somos, cómo somos y cómo trabajamos.
¿Crees que se puede coachear a cuatro manos? Pues sí, Ana y yo lo experimentamos con una cliente que nos lo pidió y fue un proceso mágico, en la que ambas vivimos momentos de sincronía, momentos de aprendizaje, siempre desde la humildad. Nuestra coachée quedó fascinada de su progreso y en más de una ocasión nos dijo que parecíamos una única persona.
Ella fue mi maestra y siempre lo será. “El maestro aparece cuando el aprendiz está preparado”.
¡Gracias Ana!
Juntas trabajamos para que las personas vivan una vida con sentido.
Me imagino que si me lees con frecuencia estarás un tanto extrañado sobre el título de este post. Así que en primer lugar quiero animarte a seguir leyendo para calmar tu curiosidad y comprender el qué me ha llevado a ponerle este título a esta reflexión.
¿Qué es un ventilador?
Podríamos convenir que un ventilador es una máquina que sirve para agitar o mover aire o gas. Básicamente crea una corriente de aire mediante el movimiento de sus aspas. Sirve para desplazar aire o gas de un lugar a otro, dentro o entre espacios, con motivos industriales o uso residencial, para ventilar o aumentar la circulación de aire en un espacio habitado, básicamente para refrescar.
¿Y qué tiene que ver el ventilador con el crecimiento personal y el coaching?
Últimamente estamos viviendo una serie de hechos en nuestro país que me ha hecho pensar en cómo usamos “nuestro ventilador personal”, metafóricamente hablando, en la difusión de ideas, rumores, mentiras, suposiciones, emociones...
Cada día observo a personas que aprovechando cualquier oportunidad ponen en marcha su ventilador personal.
Y me pregunto: ¿para qué lo hacen? ¿qué impacto persiguen? ¿qué quieren agitar o mover? ¿qué importancia tiene lo que ponen delante del ventilador?
Pero demos un paso más: ¿Qué sucede si pones una “porquería” delante del ventilador?
Sólo pensarlo ya me produce bastante asco, la verdad....ya que esa porquería se expande por toda la estancia. Pues ésto es lo que está sucediendo a diario en televisiones, redes sociales, prensa, conversaciones, etc.
Pero hay una gran diferencia con respecto al ventilador que explicaba al principio del artículo. Aquel sirve para refrescar, mientras este último sólo sirve para caldear.
Llegado a este punto, creo que es el momento de hablar de Sócrates (uno de los pioneros del coaching) y de la aplicación de sus tres filtros: verdad, bondad y utilidad.
Para ello te voy a contar qué le sucedió a Sócrates con un conocido que se le acercó:
- ¿Sabes lo que he oído sobre tu amigo?-
Sócrates le replicó: - Antes de que me cuentes nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba: la llamo la prueba del triple filtro. Antes de que me hables sobre mi amigo, me gustaría filtrar tres veces lo que vas a decir. El primer filtro es LA VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo me vas a contar es cierto?
- No, pero la persona que me lo ha contado…
- Bien- dijo Sócrates. - Por lo tanto no estás seguro de si es cierto o no. Apliquemos ahora el segundo filtro: LA BONDAD. ¿Lo que me vas a contar sobre mi amigo es bueno?
- No. Es más, se trata de algo que…
- Entonces quieres contarme algo malo sobre mi amigo pero no estás seguro de que sea cierto. El tercer filtro es LA UTILIDAD. ¿Me servirá de algo lo que vas a contarme sobre mi amigo?
- No. La verdad es que no.
- Entonces- concluyó Sócrates- si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil, ¿para qué querría saberlo?
Así que te invito a que reflexiones sobre cuándo, con quién, dónde, sobre qué/ o quién enciendes “tu ventilador” y que compartas tu opinión si te apetece.
Somos responsables de encender o no el ventilador y de pasar lo que vamos a difundir por los 3 filtros.
Muchas gracias por leerme.
“Por una vida con sentido”.
En un curso al que asistí como alumna, hicimos un ejercicio que para mi significó un auténtico baño de realidad y una palanca de cambio hacia algunas cosas que estaban anquilosadas en mi vida y que pesaban en mi como una losa.
Si bien sabía que algún día me llegaría el día de mi muerte lógicamente, nunca me había puesto en tal tesitura. No me voy a extender en los motivos, pero quizás dedicamos poco tiempo al tema de la muerte...
Volviendo al ejercicio, me situaron metafóricamente en el último día de mi vida y me invitaron a mirar hacía atrás. He de confesar que sentí cierto vértigo.
En ese ejercicio se movieron muchas emociones y pensamientos que desembocaron en firmes decisiones. Reformulé mi mirada hacia algunos aspectos de mi vida. Porque una cosa es coger distancia y la otra es situarte al final, dónde ya no hay un mañana. Ya no se puede postergar, ni autoengañarse con excusas, ni pasarle la culpa al otro... El tiempo se ha acabado y “toca cambiar a una pantalla final”, definitiva.
Podríamos titularlo autoliderazgo, pero por ahora no quiero utilizar este término.
Y me pregunté: ¿qué conversaciones tienes pendientes?
Y de ésto va el post de hoy.
Deseo compartir contigo, desde la intimidad que nos otorga este medio, una serie de preguntas para que desde la tranquilidad te las plantees de forma honesta y les dediques el tiempo de reflexión que se merecen. Las respuestas, como siempre, las pones tú.
Crea un espacio adecuado porque es importante la puesta en escena. Te recomiendo un lugar tranquilo, en silencio, en el que puedas conectar con lo más interno de tu ser. Sencillamente con tu esencia. Y desde allí te preguntes:
Algunas personas diagnosticadas con una enfermedad terminal, de repente se empiezan a cuestionar preguntas de este tipo.
¿Es necesario esperar a estar enfermos o a que llegue el final de nuestra vida?
Sinceramente creo que no. Por eso he querido compartir este tema contigo. Ahora.
Afrontar conversaciones pendientes es un acto de valentía y de honestidad con uno mismo. Aprender a expresar lo que uno siente y piensa, de forma asertiva permite que las otras personas también dispongan del espacio para poder compartir sus ideas y sentimientos. Es ofrecer oportunidad al diálogo sincero, de corazón a corazón, no de ego a ego.
Abordar las conversaciones nos permite soltar lastre, desprendernos de ese peso que nos bloquea, que nos inmobiliza y que hace que nos sintamos prisioneros de nuestros propios sentimientos.
Conversar nos hace libres y nos permite ese autoliderazgo que todos ansiamos.
Mantener estas conversaciones permite restablecer el equilibrio en nuestra salud. Podemos experimentar, menos tensión cervical, menos dolores de cabeza, menos contracturas... por ejemplo. Se trata de deshacer un nudo que estaba enredado. Ambas partes resultan liberadas.
Así que te invito a que reflexiones sobre ello y a que compartas tu opinión si te apetece.
Muchas gracias por leerme.
“Por una vida con sentido”.
Llevo un rato hablando y me doy cuenta que la otra persona, aunque pretende hacer ver que me está escuchando, mis palabras se han convertido sólo en ruido. Y me pregunto en silencio: ¿Me oyes o me escuchas?
¿Te ha sucedido alguna vez?
No voy a entrar a juzgar el por qué no me escucha, ni tampoco a juzgarla a ella porque éste no es el tema de este post, ni mi voluntad; sino que mi intención se centra en poner un poco de luz en este tema que, por las características del mundo actual, sospecho que cada vez se da con más frecuencia.
Vivimos en un mundo con una sobrestimulación tanto visual como auditiva. Esto hace que nuestra atención tenga que repartirse entre diferentes estímulos y lógicamente la consecuencia es: menos calidad en la atención dispensada a cada uno de ellos. Recordemos que la atención es selectiva. Esto significa que la persona “elige” a qué estar atento, quedando el resto con un menor nivel de atención.
Pensemos en algunas frases:
¿Qué diferencia existen entre las tres primeras y las tres segundas?
Oír es un acto involuntario. Sólo puedes dejar de oir algo si evitas que ese estímulo llegue a tus oidos. No decidimos oir ni al camión de la basura, ni el agua del río que pasa cerca de nuestra casa ni el pitido de la cafetera. Simplemente lo oímos. Sin más.
En cambio escuchar es un acto voluntario que depende de:
¿Qué beneficios comporta escuchar?
Nuestra sociedad necesita incrementar su grado de escucha. Una relación sin escucha es una relación que muere cada día un poco.
La naturaleza es sabia. Por eso nos dotó de dos orejas y una boca; para escuchar el doble de lo que hablamos.
Estas preguntas son para ti:
¿Con qué frecuencia te sientes escuchado y por quién? ¿Quién no te escucha? ¿Qué estás dispuesto a hacer para mejorar tu escucha?¿Qué puedes hacer para sentirte escuchado?
Así que te invito a que reflexiones sobre ello y a que compartas tu opinión si te apetece.
Muchas gracias por leerme.
“Por una vida con sentido”.
Este post lo escribo a petición de una de mis lectoras que me preguntaba sobre:
¿Cómo se practica la actitud empática?
Empiezo por confesar que “nadie dijo que fuera fácil”. Se requiere una conciencia despierta y una buena gestión emocional, que son dos ingredientes complejos de llevar a la práctica.
No soy muy amante de dar recetas, prefiero que cada uno descubra las suyas, pero como se trata de una petición concreta, os propongo algunas ideas/reflexiones que me sirven a mi para practicar la actitud empática.
El mapa no es el territorio.
Seguro que has oido más de una vez esta expresión. Pero, ¿qué significa exactamente?
Expresado con palabras sencillas y claras esta frase nos dice que cada uno hacemos una interpretación de las situaciones/realidades (Territorio) en función de nuestros pensamientos/emociones/experiencias (Mapa).
Por tanto, nuestra interpretación, el mapa, sólo es eso, una interpretación de lo que en realidad es el territorio. Existen tantos mapas como personas, ya que cada uno de nosotros es único. Con sus vivencias, pensamientos, creencias, valores, etc que condicionan la interpretación de la realidad.
Empatizamos más con aquellas personas que tienen mapas más parecidos a los nuestros, como es lógico.
Pero, ¿qué ocurre cuando tenemos que empatizar con alguien que tiene un mapa muy distinto al nuestro?
Ahí está el verdadero reto, de lo que significa tener una actitud empática. Ya que deberemos abandonar nuestro mapa y hacer el esfuerzo de reseguir el mapa trazado por la otra persona. Y ahí chocamos con creencias, valores, experiencias, culturas,...
Cuando aceptas con conciencia que existen diferentes maneras de ver una misma realidad, te predispones a admitir que tu visión sólo es una, y esto abre el abanico de posibilidades a las otras visiones.
Tener la razón.
En ocasiones nos apegamos a querer tener razón en algo como si nos fuera la vida. ¿Para que sirve tener razón? ¿Qué sucede si no tengo la razón en este tema? ¿Cómo sería si la razón la tuviera la otra persona? ¿Qué parte de razón tenemos cada uno de nosotros? ¿Qué le lleva al otro/a a pensar así?
Cuando nos desapegamos de tener razón se produce una apertura en nuestra forma de ver las cosas que nos permite contemplar diferentes opciones.
Tomar distancia
Tomar distancia de una situación permite captar nuevas perspectivas.
Acércate a la posición de la otra persona sin juzgar, simplemente como si estuvieras explorando un nuevo territorio y déjate sentir. A mi me ayuda acercarme pensando ¿qué diría un niño pequeño sobre esta situación?
Dormir emociones fuertes
En ocasiones para poder tener una actitud empática es necesario que pase un tiempo, que se regulen emociones de alto voltaje y después acercarse a la otra posición. Hay una frase que me ayuda: Déjalo dormir y mañana, acércate para pensarlo y sentirlo.
¿Qué necesita?
Finalmente, en estas situaciones me formulo una pregunta que personalmente me ayuda a entrenar la actitud empática, ¿qué necesita esa persona?
Esta cuestión me hace salir de posición y situarme en la de la otra persona con una mirada más amplia.
Te invito a que reflexiones sobre ello y a que compartas tu opinión si te apetece.
Muchas gracias por leerme.
“Por una vida con sentido”.
Me imagino que después de leer el título debes estar pensando, ¿qué dice esta mujer? ¿pero si en todos los manuales de desarrollo personal se habla de empatía?. Es más, se insiste en la importancia de la empatía para mejorar las relaciones interpersonales.
Pero, ¿qué es la empatía?
Podríamos definir la empatía como la capacidad que tenemos en ponernos en lugar del otro, manteniendo nuestra posición. Es la habilidad para hacer una lectura emocional de lo que siente la otra persona.
A simple vista en negro sobre blanco, sobre el papel, parece sencillo pero cuando pasamos a la práctica la cosa se complica...
¿Cómo puedo ponerme en el lugar de un refugiado y sentir lo que siente si nunca afortunadamente hasta hoy he pasado hambre, ni he estado sin techo, ni he perdido mis pertenencias, ni me he alejado de mi familia...etc?
Puedes imaginarlo pero no lo has vivido.
¿Cómo puedo ponerme en el lugar de aquella medallista olímpica que en el útlimo segundo ha perdido la oportunidad de volver a conseguir una medalla después de 4 años de entreno diario?
Puedes imaginarlo pero no lo has vivido.
¿Cómo puede mi amiga sentir lo que significa ser madre si nunca lo ha sido?
Puede imaginarlo pero no lo ha vivido.
Hablando con propiedad me atrevería a decir que cuando hablamos de empatía deberíamos hablar en realidad de ACTITUD EMPÁTICA, entendiéndola como esa disposición de la persona a despojarse de su realidad y sumergirse en la del otro, sabiendo que es una aproximación. El “me pongo en tu lugar” en realidad no es real, porque te pones en su lugar pero desde tu realidad, no realmente desde la de la otra persona.
Mi amiga Gemma Sabaté en uno de sus talleres hacía un ejercicio muy significativo. Hacía que los asistentes se descalzaran y se pusieran los zapatos de la persona que tenían al lado y empezaran a andar.
¿Qué sucedía?
Andar con zapatos propios, de tu número, elegidos por ti es sencillo, pero andar con zapatos de otro te supone una incomodidad: te van grandes, o pequeños, son altos o demasiado bajos, te aprietan o te van demasiado holgados,...
Volviendo a la terminología del desarrollo personal podemos decir que vivir con el mapa de otra persona resulta una tarea muy costosa.
Por tanto, atención cuando hablamos de empatía. Entrenar una actitud empática facilita visitar y transitar por pseudoexperiencias que te acercan a otras realidades, pero no nos confundamos, no es nuestra realidad.
Practiquemos la actitud empática para desarrollar esa capacidad de viajar a otros mapas.
Te invito a que reflexiones sobre ello y a que compartas tu opinión si te apetece.
Muchas gracias por leerme.
“Por una vida con sentido”.
Cuando era pequeña recuerdo que mi padre decía una frase: “el miedo es libre”. En aquel entonces ni me preocupaba el miedo, ni me cuestionaba el por qué, ni el para qué servía esa expresión ni siquiera cuál era su significado.
Hace unos días, a raíz de una intervención de una catarata en mi ojo izquierdo recordé esa expresión. Aunque todo el mundo decía que era una intervención sencilla, sin importancia y que no debía tener miedo, yo tenía miedo. Me había sometido a intervenciones mucho más complejas de forma valiente y sin embargo, ésta me daba miedo. ¿Cómo era posible que los demás no entendieran mi miedo?
¿A qué se refería mi padre con que el miedo era libre? Hubiera podido preguntarle directamente a él, pero mi condición de coach me animo a explorar sobre para qué me servía esta frase justamente en este momento. Y la verdad es que en la reflexión sobre la frase encontré mis propias respuestas que me apetece compartir con vosotros.
El miedo es libre en la medida que es una emoción básica. No elegimos cuando va a presentarse. Emerge y se hace presente en nuestra vida, sin tener que dar más argumentos, ni explicaciones. Por tanto debía aceptar este miedo. ¿Pero qué más podía hacer?
El siguiente paso fue identificar exactamente qué era realmente lo que me daba miedo.
Con frecuencia nos perdemos en miedos ambiguos y en suposiciones que nunca pasarán, derrochando energía inutilmente. ¿Era la intervención lo que me daba miedo? Pronto descubrí que tenía dos miedos: por un lado el que me moviera durante la intervención y ocurriera una desgracia en mi ojo y por otro las consecuencias prácticas post-quirúrgicas, es decir, cómo impactaría en mi vida cotidiana.
Identificar y concretar cuáles eran mis miedos me sirvió para poder buscar soluciones concretas a ambas cosas haciendo que estos desaparecieran.
A modo de conclusiones comparto mis descubrimientos:
Cada uno tiene sus propios miedos; el miedo es libre.
- La aceptación es mejor que la resistencia o negación ya que te permite actuar sobre ello.
- Identificar específicamente qué es lo que nos da miedo permite definir estrategias para afrontarlo.
- Actuar para regularlo y/o eliminarlo.
Y para finalizar, valorar la experiencia una vez vivida, tomando nota de los aprendizajes adquiridos.
Y tú, ¿a qué tienes miedo? Te invito a que reflexiones sobre ello.
“Por una vida con sentido”.
Estos días después del período vacacional la mayoría de nosotros hemos vuelto a casa.
Aunque sintamos cierta nostalgia por dejar atrás las vacaciones y todo su atractivo, volver a casa suele ejercer en nosotros un efecto reconfortante. Volvemos a nuestro espacio, nuestra cama, nuestra almohada, aquellas fotos que acompañan a nuestros muebles, el sofá,...seguro que ya estás pensando en tu casa, ¿verdad? Y a algunos incluso os viene a la cabeza aquella frase de: “hogar, dulce hogar”.
Y es que la casa/hogar tiene un valor muy importante en nuestro bienestar.
Pero no quiero hablarte de tu casa física, sino de algo más profundo.
Estos días mientras estaba frente al mar, pensaba en aquellas situaciones en las que por el ritmo de vida acelerado o por “x” circunstancias vivimos fuera de nuestra “casa” metafóricamente hablando. Fuera de nuestro eje, de nuestro equilibrio.
¿A qué me refiero? Situaciones en las que nos vemos arrastrados por lo exterior (trabajo, problemas, enfermedades,...) y nos abandonamos a la corriente turbulenta que nos imprime la prisa y el ritmo de vida que llevamos. ¿Te resuena? Y de repente nos vemos surfeando en unas olas que no hemos elegido, cargando con unas mochilas que no nos corresponden, abandonando valores en los que creemos y como consecuencia sintiendo que estamos perdiendo el control de nuestra vida.
Cuando esto sucede nos sentimos perdidos, lejos de nuestra “casa”, lejos de nuestro centro.
¿Qué significa volver a “casa” para ti? ¿Qué necesitas para sentirte en equilibrio?¿Qué eliges? ¿A qué renuncias? ¿Qué te recordarás cuando sientas que estás fuera de tu “casa”? ¿Cómo harás para regresar a ella?
Estas son las algunas de las preguntas que me hago para mantenerme en “casa”, en mi equilibrio.
Te invito a que reflexiones sobre ello.
“Por una vida con sentido”.
Ciertamente, “no es oro todo lo que reluce”. Y es que en la relación con diferentes personas descubres aspectos que nunca te hubieras imaginado. Porque el que más o el que menos ha desarrollado estrategias que le permiten camuflar o disfrazar aquellas partes de si mismo que desea mejorar. Pero hay un aspecto, que a la que rascas un poco, irremediablemente aparece: la falta de autoestima. Y es indiferente que seas hombre o mujer, ocupes una posición profesional u otra, seas más o menos agraciado físicamente,...en muchas ocasiones la falta de autoestima se filtra en nuestra vida como agua buscando una rendija de salida.
Mi experiencia profesional en procesos de coaching y también en terapia me ha conducido a concluir que una de las principales causas de frustración, bloqueo, miedo en la toma decisiones entre otras es justamente la falta de autoestima.
La falta de autoestima hace que no te atrevas a mostrar en el trabajo quién eres y qué puedes llegar a aportar; hace que en la relación con tu pareja adoptes un papel sumiso e incluso en algunos casos dependiente; hace que no te atrevas a establecer límites a personas que se aprovechan de ti; hace que no te atrevas a montar ese negocio que tienes en mente pero que te da miedo....y podríamos seguir con un largo “hace que no te atrevas a....”.
Por tanto, el forjar una buena autoestima podemos afirmar que es un elemento básico para vivir la vida que queremos vivir.
Puede resultar obvio que todo el mundo tiene este mismo deseo, pero ¿por qué unos lo consiguen y otros no?
La respuesta es compleja y depende de diferentes aspectos, desde cómo se forja nuestra autoestima, a cómo ha sido la relación con nuestros padres, familia, compañeros de escuela, maestros, amigos, hasta cómo hemos gestionado los frutos de estas interacciones.
Si has contestado “si” a estas preguntas probablemente deberías revisar cual es tu nivel de autoestima y en qué está interfiriendo en los resultados de tu vida.
En la película "Lo que el viento se llevó" la guerra se llevó ilusiones, sueños, proyectos, …. ¿Qué se ha llevado la falta de autoestima en tu vida?.
Ahora te invito a dejar tus comentarios al respecto y si deseas compartir alguna experiencia personal.
Hasta pronto.
Hola (pon tu nombre),
Te escribo porque sé que no estás bien.
Siento que estás pasando por un momento triste, de confusión, de inseguridad, de enfado, pero sea lo que sea lo que te está sucediendo, quiero que sepas que no estás solo; estoy contigo porque desde que naciste siempre he estado contigo y siempre lo estaré porque eres "yo".
Aunque a veces no me hagas caso, soy quién mejor te conoce (porque soy tú).
Ahora estoy aquí, para recordarte algunas cosas importantes y que mereces tener presentes.
Quiero que recuerdes que puedes darte permiso para estar sensible, sentirte vulnerable, sentir miedo, equivocarte, elegir tu vida, cambiar de opinión, pedir ayuda, poner límites, amar y disfrutar de todo lo que la vida pone en tu camino. Porque en definitiva todo lo que te está sucediendo pasa porque tienes algo que aprender. El qué, seguro que lo descubrirás, pero quizás nos lleve algún tiempo.
La realidad es tozuda y ahora vives un momento en que todo lo ves oscuro, pero te recuerdo que tú (es decir, yo) tienes una luz interior intensa que aunque ahora no la veas, está.
Una fuerza que te hizo ser merecedor de la vida porque en la carrera en el interior de tu madre fuiste "ganador". Debes creer en ti porque es la única evidencia que tienes. Has llegado hasta aquí, superando dificultades y venciendo adversidades. Sé que estás cansado, que te falta energía. Pero te recuerdo que todavía dispones de recursos que quizás ahora no te reconoces pero yo (que soy tú) sé que los tienes, Anótalos en un papel!!
Sé que saldrás de ésta porque te conozco, pero debes darte la oportunidad. Ahora ya no importa qué opinan los demás. Eres tú quién debe saber qué quiere y decidir de forma coherente con tus valores.
Deja de mirar a fuera y mira hacia dentro: qué necesitas, cómo quieres vivir, cómo puedes hacer que sea posible y traza un plan, escríbelo y cúmplelo.
Encuentra los recursos que tienes y busca los que te faltan. Y no decaigas. Sé que aparecerán excusas y que oirás "cantos de sirena" que quizás te invitarán a desviarte de tu camino. Sé fiel a ti mismo. Confía en ti. El viaje que estás haciendo quizás no tendrá un gran reportaje fotográfico pero será el que marcará el resto de tus días.
Sé que tienes miedo, yo (que soy tú) también lo siento. Pero podemos encararlo juntos. No estás solo.
Recuerda que tienes derecho a llorar, a sentirte abatido, pero también tienes la obligación de levantarte y reclamar lo que te pertenece: tu vida y cómo deseas vivirla.
En toda elección hay una renuncia. Valora y decide.
Y ahora que estamos tú y yo ( y sabemos que somos la misma persona) te recuerdo que debes cuidarte, comer bien, hacer ejercicio físico, dormir las horas que necesitas, estar con tus seres queridos, con tus amigos, reír, pasear y disfrutar de cada instante teniendo en cuenta esas dos "A" únicas: AQUÍ y AHORA. Ama y déjate amar en el más amplio sentido de la palabra. Pon pasión a lo que haces sea lo que sea.
Por último me despido pidiéndote una cosa: tenme cerca de ti para que siempre que me necesites puedas leerme y recordarte que eres una GRAN persona.
Te quiero.
Yo (que soy tú)
Box 2 de cualquier hospital. Alguien está en una situación límite, su vida está en juego, sólo queda una solución rápida y contundente para reanimar al paciente. Se oye una voz: desfibrilador! 1,2,3 …fuera! y el cuerpo recibe una fuerte descarga que lo hace saltar. Nuevamente la voz repite: otra vez, 1,2,3…fuera!. Alguien del equipo dice: lo tenemos!, se ha recuperado. Se acaba de salvar una vida.
Pues bien, podríamos decir que en la vida de las parejas se producen situaciones críticas que requieren que se actúe con determinación, contundencia y firmeza para poder salvarla.
Son situaciones que pueden ser desde grandes problemas que fracturan de raíz la confianza de uno de los miembros de la pareja, hasta pequeñas situaciones que, aparentemente no tienen importancia, pero que debido a su elevada frecuencia van desgastando la relación, igual que una gota de agua puede llegar a erosionar una piedra.
En las primeras situaciones, las palabras asociadas suelen ser: sorpresa, disgusto, golpe, impacto, falsedad, hipocresía,…mientras que en las segundas las personas verbalizan cansancio, aburrimiento, desilusión, decepción, "la última gota que colma el vaso"...
¿Qué hará que estas parejas se recuperen y pasen a una nueva etapa más próspera como relación?
OPERACIÓN "DESFIBRILADOR EMOCIONAL".
1. STOP Y REFLEXIÓN INDIVIDUAL.
En esta fase se recomienda a cada uno de los miembros parar y reflexionar.
Estas son algunas de las preguntas que pueden formularse:
- ¿qué me sucede?
- ¿cómo me siento?
-¿qué quiero en mi vida en pareja?
-¿qué espero de ti?
-¿qué creo que esperas de mi?
-¿qué espero de nosotros?
-¿cuánto deseo arreglar la situación? Valorar del 0 al 10.
-¿qué vamos a cambiar como pareja para alcanzar una mayor satisfacción?
-¿qué haremos para asegurarnos que vamos en el buen camino?
En algunos casos en esta etapa puede recomendarse una distancia o un tiempo para evaluar tranquilamente la situación. Debe ser un tiempo acotado y consensuado por ambas partes con el compromiso de cumplir con el objetivo previsto.
2. COMUNICACIÓN
En esta etapa se recomienda buscar un espacio tranquilo, sin interrupciones y disponer del tiempo suficiente para poder conversar sobre el enfoque de la nueva etapa.
En este espacio hay que dejar fuera reproches, historias pasadas,…y centrase en las necesidades actuales de cada uno y como pareja.
Si la pareja considera que no está preparada para mantener esta conversación de una forma productiva, es decir, que sirva para mejorar su calidad relacional, puede pedir ayuda a un profesional.
3. ESTRATEGIA Y PLAN DE ACCIÓN
Si la pareja desea sincera y firmemente salvar y fortalecer su relación deberá diseñar un plan de acción , con acciones concretas, que se puedan evaluar y que les permita reconstruir su relación de pareja desde otros parámetros.
Para ello es fundamental el compromiso y responsabilidad de ambos.
El qué sucederá está en sus manos….
Gracias por tu atención y ahora te animo a dejar tu comentario.
Hasta pronto.
Desde que nacemos hasta que morimos se cruzan muchas personas en nuestras vidas:
- padres
- hermanos, abuelos, tíos, primos
- parejas
- hijos
- amigos
- compañeros, jefes,
- conocidos, vecinos…...
y cada una de ellas juega un papel. Cada una nos aporta algo. Algo que en muchas ocasiones no le ponemos nombre o valor pero que hace que seamos, sintamos, pensemos y actuemos de una determinada manera.
El entorno y concretamente algunas personas tienen un especial impacto en nuestra trayectoria vital.
Estas personas no siempre están a nuestro lado de forma permanente, sino que aparecen, permanecen un tiempo y en algunas ocasiones pueden llegar a desaparecer para siempre. Pero de muchas ellas te que queda su legado, su aportación, su contribución para que te conviertas en tu mejor versión. Pero para descubrirlo debes pararte y poner atención.
Ahora te invito a hacer un ejercicio y a reflexionar un poco sobre tu vida. ¿Te apuntas?
Contesta apuntado aquella persona que primero te ha venido a la cabeza. Tanto si es en positivo o en negativo.
¿Quién ha sido aquella persona que ha dejado una huella en tu vida?
¿Quién te ha marcado?
¿A quién te gustaría parecerte o tomas como modelo o referente?
¿A quién consultas o consultarías cuando te sientes en un mar de dudas?
Probablemente estas preguntas ya te las habías formulado en alguna ocasión.
Ahora, te animo a escribir una lista con las personas más cercanas a ti actualmente o en el pasado y al lado apuntar qué función o impacto han tenido en tu vida (¿qué has aprendes o has aprendido?, ¿qué te permiten o te han permitido vivir?, ¿qué sientes o has sentido?, ¿qué sufres o has sufrido,….?).
Si haces este ejercicio descubrirás y "te darás cuenta", qué importancia o función han tenido estas personas en quién eres actualmente. Descubrirás que muchas de ellas te han aportado un gran regalo: un descubrimiento, un aprendizaje, una vivencia, una ilusión, una emoción… Realiza este ejercicio sin emitir juicios sobre ellos, porque quizás algunas de estas personas han hecho aflorar en ti emociones difíciles de gestionar o has transitado junto a ellas por terrenos pantanosos. Ahora esto no importa...
De una forma natural, nos nutrimos de sus conocimientos, de su visión, de sus valores para mejorar como personas. Formamos parte de un sistema y tanto las personas de forma individual, como el conjunto de personas como sistema impactan en nosotros perfilando nuestro desarrollo personal.
Mi opinión personal es que toda persona que se cruza en tu camino es una oportunidad para aprender algo que tienes pendiente.
Desde esta visión, es fácil estar agradecido a la vida y a todas las personas con las que interactuas de forma habitual ya que se convierten en grandes maestros de vida.
Aceptar, perdonar y agradecer te permitirán encontrar tu equilibrio y paz interior.
Muchas gracias por tu interés.
Te animo a dejar tu comentario.
A día de hoy es incuestionable que Whatsapp se ha colado en nuestra vida y todo apunta que para quedarse... Lo que empezó como un sistema de mensajería instantánea gratuito y muy goloso por su sencillez de uso, se ha convertido en muchos casos en el sustituto de la comunicación entre las personas.
Soy usuaria de whatsapp a diario y me parece un excelente medio para resolver según qué tipo de comunicaciones. Sin embargo, por mi actividad profesional y mi experiencia personal me doy cuenta
que existen ocasiones en el que un uso inadecuado del whatsapp o un abuso de éste lo convierte en un generador de malentendidos y conflictos en la comunicación.
Lejos de dar consejos a nadie, me gustaría lanzar una pregunta e invitar a la reflexión:
¿Qué te da el whatsapp y qué te quita?
En mi vida profesional me permite resolver situaciones como dar cita a mis pacientes/clientes de forma cómoda y rápida, conocer la disponibilidad de una persona para mantener una conversación telefónica, avisar de un imprevisto de forma rápida y eficaz, realizar seguimiento puntual de algún aspecto concreto con un paciente/cliente, entre otros.
También me ofrece la posibilidad de tener contacto con personas que no veo con frecuencia o con grupos de una forma sencilla y rápida.
El denominador común de estas situaciones es la brevedad del mensaje y su simplicidad. Se trata de preguntas concretas con respuestas concretas.
El problema se complica cuando deseamos mantener una conversación larga o confundimos el whatsapp con una conversación telefónica o presencial.
ATENCIÓN: Hay que tener mucho cuidado con lo que se escribe y con las interpretaciones de lo que se lee, ya que nuestro mensaje no está acompañado de la comunicación no verbal como puede ser la gestualidad, tono de de voz, mirada,…etc que completan nuestro mensaje. ¿Cuántas veces has escrito algo con una intencionalidad y el receptor lo ha recibido dándole otra interpretación o viceversa? Supongo que más de una vez. A pesar que los emoticonos ayudan a condimentar la conversación con esa "chispa emocional" sigue siendo insuficiente. Nada podrá sustituir una conversación cara a cara o si mucho me aprietas telefónica.
Y, ¿qué me quita el whatsapp? Cuando me planteé esta pregunta descubrí que me quitaba más de lo que yo creía y desde ese momento decidir tomar el control de la situación y gestionar de forma adecuada el uso de este buen instrumento. Porque la culpa no es del whatsapp sino del uso que hacemos de él.
En todo este análisis también incluí a las personas de mi entorno y me di cuenta de cuánto me molestaba que usaran el whatsapp mientras estábamos juntos. Cuanto tiempo desperdiciado e irrecuperable! Y lo hago extensible también a las personas que viven conectadas a la tablet.
La vida pasa. Minuto a minuto, segundo a segundo y es importante saber en qué inviertes tu tiempo.
Yo, ya lo sé! ¿Y tú?
Gracias por tu atención y ahora te animo a dejar tus comentarios.
Ramón y María se quieren, se aman, se respetan, se valoran mutuamente, se comprenden, se perdonan, se permiten espacios distintos y discrepar según en qué cosas…
Él vibra con el fútbol y ella con la ópera. Tienen amigos comunes pero también conservan sus amigos personales a quienes intentan ver cuando pueden. Algunos ya han desaparecido.
Se conocen bien y se valoran. Él la escucha porque a ella le encanta hablar y compartir, incluso cuando está cansado o María ya le ha repetido esa historia en alguna otra ocasión.
Ella no da importancia al malhumor de Ramón cuando por pequeñas cosas pierde los nervios y se enfada.
Ramón sabe cuando María desea un abrazo o cuando necesita espacio para estar sola con sus pensamientos. María cada día prepara una ensalada distinta para complacer a Ramón. A veces ya no sabe ni de qué hacerla...
Ramón y María buscan espacio para ellos. Para hablar, para mirarse con esa mirada cómplice de los enamorados, para pasear juntos de la mano. Les gusta recordar las cosas que vivieron juntos y las batallas ganadas a los sinsabores de la vida.
¿Y cómo han llegado tan lejos en su relación de pareja se pregunta todo el mundo? Probablemente sólo ellos tienen la fórmula mágica de su amor duradero.
Me atrevería a decir que esta fórmula es distinta para cada pareja pero si que hay algunos componentes básicos que deberían estar en cualquier relación de pareja: respeto, comunicación, comprensión, empatía, generosidad, paciencia, buen sexo, ilusión por compartir un proyecto en común, pasión y equilibrio.
Ahora que intuimos los ingredientes sólo falta encontrar la proporción, agitar y disfrutar de ella!
Gracias por tu atención.
Como siempre te animo a dejar tus comentarios y/o experiencias sobre el tema.
Hasta pronto!
Hace ya muchos años alguien me formuló una pregunta sencilla, aparentemente con una respuesta obvia, pero que sacudió y condicionó mi vida.
¿Eres feliz?
He de confesar que en aquel momento, la pregunta me resultó absurda porque estaba "claro" que tenía que ser feliz; lo tenía todo, o al menos todos aquellos ingredientes que eran necesarios para ser feliz (marido, hijo, familia, trabajo bien remunerado, coche, piso,…). Podríamos decir que mi forma de vida se ajustaba a un modelo "standard" de vida, a lo que mi entorno esperaba de mi, y al que ahora cariñosamente me atrevo a llamar "familia pin y pon", aunque me faltaba el perro y el jardín, por poner un poco de sentido del humor al relato.
Pues bien, después de esa "inocente" pregunta se produjo un "click" en mi cabeza y me paré a pensar. De repente, empecé a cuestionarme si realmente tenía aquello que necesitaba para ser feliz, si sentía lo que deseaba sentir, si me llenaba la vida que llevaba y si estaba dispuesta a continuar con ella hasta el final de mis días. Mi respuesta desató un sunamí emocional de difícil contención: tristeza, decepción, frustración, miedo, incertidumbre, soledad en compañía,… Sólo por descubrir que el castillo de naipes que había construido ( o "había comprado") se venía al suelo.
De repente todo se iba al traste!
Y lo más insólito era que este hecho sucedía sólo porque me había atrevido a conectar conmigo misma, a pensar y a decidir qué era realmente lo que deseaba que fuera mi vida.
Ufff, cuánto dolor, sensación de culpabilidad, de no haberlo sabido hacer bien, de qué pensarán… ¿Qué había sucedido con mis valores? ¿Habré enloquecido? ¿Cómo puede ser que no sea feliz? ¿Cómo puede ser que sólo me suceda a mi? Mi cabeza era un hervidero de interrogantes.
Y después de un tiempo de dilatada y profunda reflexión, decidí pasar a la acción. Definitivamente tomaba las riendas de mi vida con todas las consecuencias.
A día de hoy, doy gracias a la vida, a quién me formuló "la pregunta" que supuso uno de mis despertares vitales (han habido otros), a mi ex-marido por todo lo que compartimos y por ser una excelente persona y padre y a todos los que me apoyaron y creyeron en mi.
Para vivir desde la autenticidad es necesario conectarse con uno mismo, sin filtros, sin anestesia social, con sinceridad y
honestidad personal. Esta conexión te permitirá descubrir qué sientes, qué necesitas y saber si estás dónde deseas y con quién deseas.
Activar el piloto automático es más cómodo, pero te pierdes la sensación de apreciar la autenticidad de la experiencia de volar.
¿Vuelas con tus alas o eliges el piloto automático? Tu elección será la mejor.
Este verano cayó en mis manos este fantástico libro que recomiendo.
Aunque a simple vista pueda parecer "frívolo", esconde una metodología interesante que sintetizo en este post.
Cada día nos enfrentamos a la toma de decisiones, algunas completamente banales pero otras muy relevantes para nuestra vida y bienestar y en ocasiones disponemos de poco tiempo para responder.
Afrontar estas últimas a veces resulta complicado y suele ser un elemento generador de ansiedad.
Suzy Welch en este libro nos presenta un método innovador para tomar decisiones de forma ágil y acertada que permite tener un control de tu vida desde la coherencia con tus valores, la claridad y sobre todo la satisfacción.
Dile adiós al caos, a la confusión y a la culpa!!
Descripción del método
- Planteamiento del dilema o problema en el que debes tomar una decisión. Por ejemplo: ¿Debería dejar mi trabajo? ¿Debería cambiarme de casa? ¿Debería divorciarme?
- Clarificación de la pregunta. Muchas confusiones que nos generamos son a raíz de incluir en la pregunta algunos aspectos poco relevantes y que sirven como distracción. Lo importante es llegar a saber la cuestión que realmente deseas resolver. Por ejemplo: ¿Qué motivos hay para dejar mi trabajo? ¿Para qué quiero cambiarme de casa? ¿Qué me lleva a cuestionarme divorciarme?
- Recopilación de información. En esta fase se recomienda que toda la reflexión quede por escrito, es indiferente hacerlo a mano o con el ordenador, lo importante es escribirlo. Hay un requisito imprescindible: ser honesto y exhaustivo al responder estas tres preguntas:
¿Cuáles serán las consecuencias en diez minutos de cada una de mis opciones?
¿Y en diez meses?
¿Y en diez años?
Este método permite situarte en la línea del tiempo imaginando cada una de las alternativas y sus consecuencias de una forma
ordenada y alineada con tus valores.
- Análisis. Una vez recopilada toda la información debe ser analizada y contrastada con los valores más íntimos: creencias, metas, sueños, necesidades. Este análisis hace aflorar tus verdaderos valores, miedos y deseos y hace enfrentarte de forma sincera y auténtica con lo que realmente quieres para ti, para liderar tu vida desde ti, no desde tu exterior.
Es un proceso intenso, que requiere tiempo y que no resulta fácil, pero como contrapartida, la toma de decisiones se realiza de una forma firme y con determinación habiendo contemplado de forma sistemática y profunda todas las posibilidades.
Espero que el método 10-10-10 te ayude en tu toma de decisiones. La lectura del libro te proporcionará una visión más profunda así como múltiples ejemplos reales de personas que lo han aplicado en sus experiencias vitales.
Te animo a dejar tu comentario.
Hasta pronto.
Nunca suelo hablar de mi pero en esta ocasión os pido permiso para hacerlo.
Este viernes pasado viví una de las experiencias más entrañables de mi vida social.
Con motivo de la celebración de los 50 años de todos los que estudiamos juntos lo que entonces era EGB (de los 6 a los 14 años), se organizó en nuestra escuela un cena, baile y copas a la que asistimos las tres líneas del curso y también un par de profesoras.
No tengo palabras para describir todas las emociones que sentí. Fue un reencuentro mágico. De repente conecté con mi niña interior, percibí y recibí muchas muestras de cariño, volvieron a mi imágenes, sabores, canciones, olores, juegos… Qué feliz fui junto a ellos!! Cuánto aprendí entonces y cuánto aprendí el viernes.
Por esto quiero dedicar este post y agradecer a todos mis compañeros/as de clase y también a los de las otras, porque en parte soy lo que soy hoy gracias a todo lo que me aportaron en aquellos días.
El valor de la amistad está presente en mis valores fundamentales y este viernes pude honrarlo y reafirmarlo.
Quiero dedicar unas palabras especiales a mi amiga Laura quien ya no está con nosotros pero estuvo presente en el corazón de todos.
Siempre estaréis todos en mi corazón.
Gracias a todos por respetar que hoy haya roto mi estilo de post habitual.
Hasta pronto!
Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos nuestro pensamiento no para.
Ideas, pensamientos, órdenes, valoraciones, se suceden uno tras otro y en este diálogo interno con nosotros mismos en ocasiones surgen algunas afirmaciones que lejos de facilitarnos la vida nos la complican terriblemente.
Por ello, es importante poner atención a qué te dices a ti mismo.
Te animo a hacer un ejercicio que precisa un cierto grado de atención por tu parte pero te ayudará enormemente y te servirá a aumentar tu conciencia en relación al lenguaje.
Fíjate y anota en una libreta cada vez que te descubras diciendo o pensando:
FRASES EN NEGATIVO
- no puedo
- no me saldrá
- es demasiado para mi
- seguro que no me sale
- para que voy a hacerlo
- soy un desastre
- no sirvo
- es inútil que lo intente y otras afirmaciones similares.
Una vez registradas estas afirmaciones conocerás qué mensajes estás mandando a tu cerebro y cómo lo estás predisponiendo a actuar y a tener resultados no deseados.
El siguiente paso es cambiar tu lenguaje. Cada vez que vayas a decirte una de estas afirmaciones transfórmalas en positivo.
FRASES EN POSITIVO
- lo pruebo
- a ver que tal me sale
- daré todo lo que esté en mi mano
- esta vez me saldrá
- lo haré porque esta es la definitiva
- soy humano y unas veces sale bien y las otras aprendo
- conozco mis puntos fuertes y mis aspectos a mejorar
- sea cual sea el resultado me servirá para mejorar…..
Ahora sólo queda una cosa: practicar, practicar y seguir practicando.
Muchas gracias por tu atención y te animo a compartir tu opinión y/o experiencias al respecto.
Un cordial saludo y feliz otoño!
Desde que nacemos hasta que morimos se cruzan muchas personas en nuestras vidas:
- padres
- hermanos, abuelos, tíos, primos
- parejas
- hijos
- amigos
- compañeros, jefes,
- conocidos, vecinos…...
y cada una de ellas juega un papel. Cada una nos aporta algo. Algo que en muchas ocasiones no le ponemos nombre o valor pero que hace que seamos, sintamos, pensemos y actuemos de una determinada manera.
El entorno y concretamente algunas personas tienen un especial impacto en nuestra trayectoria vital.
Estas personas no siempre están a nuestro lado de forma permanente, sino que aparecen, permanecen un tiempo y en algunas ocasiones pueden llegar a desaparecer para siempre. Pero de muchas ellas te que queda su legado, su aportación, su contribución para que te conviertas en tu mejor versión. Pero para descubrirlo debes pararte y poner atención.
Ahora te invito a hacer un ejercicio y a reflexionar un poco sobre tu vida. ¿Te apuntas?
Contesta apuntado aquella persona que primero te ha venido a la cabeza. Tanto si es en positivo o en negativo.
¿Quién ha sido aquella persona que ha dejado una huella en tu vida?
¿Quién te ha marcado?
¿A quién te gustaría parecerte o tomas como modelo o referente?
¿A quién consultas o consultarías cuando te sientes en un mar de dudas?
Probablemente estas preguntas ya te las habías formulado en alguna ocasión.
Ahora, te animo a escribir una lista con las personas más cercanas a ti actualmente o en el pasado y al lado apuntar qué función o impacto han tenido en tu vida (¿qué has aprendes o has aprendido?, ¿qué te permiten o te han permitido vivir?, ¿qué sientes o has sentido?, ¿qué sufres o has sufrido,….?).
Si haces este ejercicio descubrirás y "te darás cuenta", qué importancia o función han tenido estas personas en quién eres actualmente. Descubrirás que muchas de ellas te han aportado un gran regalo: un descubrimiento, un aprendizaje, una vivencia, una ilusión, una emoción… Realiza este ejercicio sin emitir juicios sobre ellos, porque quizás algunas de estas personas han hecho aflorar en ti emociones difíciles de gestionar o has transitado junto a ellas por terrenos pantanosos. Ahora esto no importa...
De una forma natural, nos nutrimos de sus conocimientos, de su visión, de sus valores para mejorar como personas. Formamos parte de un sistema y tanto las personas de forma individual, como el conjunto de personas como sistema impactan en nosotros perfilando nuestro desarrollo personal.
Mi opinión personal es que toda persona que se cruza en tu camino es una oportunidad para aprender algo que tienes pendiente.
Desde esta visión, es fácil estar agradecido a la vida y a todas las personas con las que interactuas de forma habitual ya que se convierten en grandes maestros de vida.
Aceptar, perdonar y agradecer te permitirán encontrar tu equilibrio y paz interior.
Muchas gracias por tu interés.
Te animo a dejar tu comentario.
Controlar nuestro "ego" y conectarnos con nuestro "yo" es una tarea bastante más compleja de lo que puede parecer a simple vista.
Primero aclaremos terminología para saber de qué estamos hablando:
- El ego es la imagen que hemos construido de nosotros mismos, nuestra máscara social. Una mascara de quién queremos ser para obtener la aprobación y reconocimiento de los demás. Es la coraza que nos permite defendernos ante un entorno que "percibimos" como hostil. El ego se alimenta de adulaciones, alagos,...pero recordemos que sólo es una máscara, un disfraz.
- El yo es nuestra esencia, nuestro espíritu, nuestra alma, es nuestra autenticidad. El yo nos vincula con la aceptación de nosotros mismos con humildad y actitud de aprendizaje. El yo cuando ocupa su auténtica posición se convierte en la fuerza, el motor, el poder para afrontar cualquier situación vital ya que nace desde dentro no desde fuera.
En el libro de Wayne Dyer "El poder de la intención" encontramos algunas recomendaciones que nos pueden permitir tener nuestro "ego" bajo control o directamente despedirlo ;)
1. No te sientas ofendido.
2. Libérate de la necesidad de ganar.
3. Libérate de la necesidad de tener razón.
4. Libérate de la necesidad de ser superior.
5. Libérate de la necesidad de tener más.
6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros.
7. Libérate de tu fama.
Lee estas 7 afirmaciones, incorpóralas a tu pensamiento, analiza qué te resuenan y reflexiona durante unos minutos sobre cómo gestionas la relación con tu ego.
Ahora, te invito a realizar un ejercicio que te puede ayudar a mejorar dicha gestión.
Consiste en escribirte una carta a ti mismo diciéndole a tu ego que queda despedido y que ya no necesitas sus servicios. En esta carta puedes aprovechar para decirle que tu "yo", que estaba de "baja", ha vuelto y aprovecha para escribir con detalle todo aquello que te aporta tu yo.
La conexión con tu yo te permitirá una gran liberación de corazas que tú mismo habías creado.
Te animo a compartir en este espacio del blog cómo ha sido tu experiencia durante el ejercicio y para qué te ha servido.
Muchas gracias y hasta pronto!
Mi pareja, ¿me engaña?
Cuando alguien se formula esta pregunta en relación a su pareja es porque dispone de evidencias o presunciones que hacen sospechar que algo ha cambiado en su relación con la otra persona. Pueden ser detalles aparentemente sin importancia pero que pueden suponer una fisura en el marco de confianza relacional.
En ocasiones, las personas no están dolidas por la sospecha de una infidelidad sexual, sino simplemente por esa pérdida de interés que viven y sufren día a día, como un grifo que pierde agua,...gota a gota...ven como su relación se va marchitando...
En este post no me refiero a las personas que sufren celos ya que esto sería motivo de otro tipo de reflexiones.
Algunos de los indicadores más comunes que suelen comentarse en consulta son:
- disminución del interés sexual por la pareja.
- disminuación del interés por compartir espacios que hasta el momento compartían.
- disminución o desaparición de la comunicación. Este aspecto hace que la relación empiece a ir a la deriva, sin rumbo. Se pierde el proyecto común, el contacto, aunque vivan bajo el mismo techo.
- exagerado interés repentino hacia el cuidado personal, cuando anteriormente no estaba entre sus prioridades (deporte, compra de ropa, imagen...).
- sensación de ausencia, la persona está pensando en otras cosas.
- evitación de los espacios compartidos con la pareja (hora de ir a dormir,...).
- no separarse del móvil para nada y cuando digo para nada es para nada.
- exagerada presencia y dependencia del facebook y/o whatsapp para mantener comunicación con otras personas (especialmente participación en grupos y personas del otro sexo).
- llamadas a números desconocidos.
- comportamiento compensatorio. La persona sabe que esta haciendo algo que no entra dentro del marco de acuerdo de la pareja y al sentirse culpable compensa con regalos, elogios,...etc para mantener el clima de estabilidad.
- aumento del desapego hacia la pareja, etc...
Pero, ¿dónde está el límite?
Cada miembro de la pareja es responsable de marcar el límite de lo que está dispuesto a permitir en su relación y qué peaje está dispuesto a pagar por una situación de estas características.
En ocasiones cuando uno quiere poner remedio ya es demasiado tarde y la fisura ya se ha convertido en fractura, pero en otras es cuestión de volver a avivar el fuego rescatando aquello que les une más que aquello que les aleja.
Ahora, te animo a ver un vídeo sobre el uso del whatsapp y reflexionar sobre la importancia de la comunicación cara a cara . Como siempre te invito a dejar tus comentarios.
Hasta pronto.
Si algo he aprendido en esta vida es que la vivimos para aprender cada día aquello que nos falta para ser mejores.
Y como sucedía en el colegio, unas "asignaturas" se nos dan mejor que otras, unos años tenemos mejores "maestros y compañeros" que otros, pero ¿qué es lo verdaderamente importante?:
Hoy me atrevo a compartir con vosotros mi opinión en base a mis vivencias personales:
- Lo que nos sucede es importante en la medida que nos reta, nos expone, nos fuerza a experimentar situaciones distintas que ponen a prueba nuestras competencias y habilidades, tanto intelectuales, emocionales y relacionales. Y ésto nos hace crecer.
- Con quién lo vivimos nos permite entrenar nuestras competencias emocionales como la empatía, la asertividad, la resiliencia, la tolerancia a la frustración. Aprendemos a aceptar la diversidad y a valorar lo que nos une, más que lo que nos separa. Nos ayuda a establecer y a elegir las relaciones que son saludables para nosotros. Y ésto nos hace crecer.
- Nuestra actitud ante los sucesos de la vida es fundamental. Y aunque reconozco que hay situaciones en las que resulta muy complicado tener una actitud positiva, si algo me ha ayudado a mi ha sido la esperanza y la seguridad que las cosas pueden cambiar y que de mi depende que lo hagan a mejor. Y ésto nos hace crecer.
- Los aprendizajes de lo vivido son nuestro mayor tesoro y por lo que vale la pena haber vivido. Y ésto nos hace crecer.
En el master de la vida no hay títulos, ni fiesta de graduación pero sí tienes la satisfacción, si "has hecho los deberes", que has aprendido y has crecido como persona.
Gracias por tu interés. Ahora, como siempre, te animo a dejar tus comentarios.
Hasta pronto!
Con motivo de la celebración el 1 de abril del Día Mundial de la Diversión en el trabajo creo que es interesante plantearse qué significa este día para cada uno.
¿Te divierte tu trabajo? ¿Qué podrías hacer para que resultara más divertido?
Cuando algo resulta divertido para ti:
Si trasladamos estos aspectos al entorno laboral los beneficios están claros:
Algunas ideas para celebrar el Día Mundial de la Diversión en el trabajo:
¿Qué se te ocurre?
En tiempos como los actuales es necesario, más que nunca apelar a la creatividad y generar un clima positivo que permita que las personas se diviertan en su trabajo.
Deseo que mañana sea un día divertido para ti y tus compañeros de trabajo.
Gracias por tu interés y ahora, como siempre, te invito a dejar tu comentario.
Hasta pronto.
Dar una mala noticia o expresar que las cosas no van bien, resulta difícil, incómodo y en ocasiones hasta doloroso. Todos hemos vivido situaciones de este tipo: rupturas sentimentales, despidos laborales, muertes de familiares,...
Es importante tener en cuenta los 8 aspectos que te describo a continuación:
1- Valora tu situación emocional respecto a la noticia antes de comunicarla. Debes ser conocedor del impacto y alcance emocional que genera en ti este tema. ¿Estás preparado para comunicarlo y manejar adecuadamente la situación?
2- Determina quién es la persona más indicada para que comunique este mensaje en caso que tú no lo seas, otro familiar, un compañero, tu jefe. En ocasiones nos aventuramos, con buena fe, a dar noticias que no nos corresponden y esto puede generar un dolor añadido en la otra persona.
3- Piensa en qué dirás y cómo lo dirás (pon especial atención a tu lenguaje no verbal, corporalidad). Imagina las posibles reacciones de la otra persona al conocer la situación.
4- Busca el espacio indicado para dar la mala noticia. La persona que lo recibe puede reaccionar bruscamente, con gran agitación emocional y es necesario ofrecerle un marco recogido para que pueda tener su espacio de privacidad e intimidad para vivir este doloroso momento. Evita lugares públicos a no ser que busques específicamente que la otra persona no genere un escándalo.
5- Busca el momento menos malo. Está claro que no existe un buen momento para dar una mala noticia pero es necesario cuidar el momento.
6- Ten en cuenta cómo está emocionalmente la persona en el momento en que vas a darle la noticia. Es importante saber si sabe algo sobre el tema, si alguien ya le ha dicho algo.
7- En el momento de comunicarla sigue los siguientes pasos: introducción a la situación para que la persona se prepare para lo que le viene, descripción de los hechos, acompañamiento emocional ante la reacción de la otra persona (empatía).
8- ¿Qué harás después de comunicarlo? En función de la situación es importante saber qué se va a hacer después de la comunicación de la mala noticia.
Espero que estas pautas resulten interesantes para ti y deseo que no tengas que usarlas nunca.
Muchas gracias por tu atención, y como siempre, estás invitado a dejar un comentario sobre este tema.
Hasta pronto y feliz semana!
El post de hoy quiero dedicarlo a la Carta de los Derechos Humanos asertivos. Un documento a tener en cuenta en nuestras relaciones interpersonales.
Recordar estos derechos permite evitar abusos, manipulaciones y situar a las personas en una posición de responsabilidad personal.
Espero que haya sido de tu interés. Ahora, como siempre, te invito a dejar tu comentario.
Gracias y hasta pronto!
La ansiedad es un estado de inquietud o desasosiego que nos resulta complicado de explicar.
En general podemos decir que existen dos tipologías de ansiedad:
a) La ansiedad como RASGO: nos referimos a personas que desde siempre han sentido ansiedad y se ha convertido en una forma de responder ante las diferentes situaciones de su vida. Suelen ser personas inquietas, rápidas, excitables y que les cuesta relajarse.
b) La ansiedad como ESTADO: nos referimos a situaciones puntuales que provocan que la persona se sienta insegura, vulnerable y responda de forma ansiosa. Imaginemos un ejemplo: María tras meditar mucho esta decisión se ha acogido al ERE que ha realizado su empresa para empezar como emprendedora un proyecto que siempre le había hecho ilusión. A pesar de estar contenta, desde que dejó la empresa le invade una sensación de desasosiego, vació, intranquilidad. Esta ansiedad es un estado ya que es producto del miedo e incertidumbre que la situación le produce.
7 recomendaciones prácticas para aplicar en nuestro día a día.
1. Sé dueño de tu tiempo. La inercia nos lleva a un espiral que nos puede tragar. La palabra dominante es: corre!. Es recomendable tomarte tu tiempo para realizar las actividades o tareas de tu día a día.
2. Finaliza las tareas que empiezas. Postergar las tareas conlleva crear ansiedad innecesaria. Afronta aquello que tienes que hacer, incluso lo que no te apetece o no te gusta hacer porque te cuesta.
3. Controla tu lenguaje corporal. Cuando estamos ansiosos realizamos movimientos involuntarios repetitivos como mover el pie, la pierna,... Estas conductas son percibidas por nuestro cerebro y contribuyen al aumento de la ansiedad. Identifica estas conductas, toma conciencia de ellas y contrólalas.
4. Aprende a decir "no". Resulta difícil, pero tremendamente sano decir "no" en ocasiones. Evitarás tener que cargar con tareas que no te corresponden o añadir tensiones innecesarias.
5. Reserva tiempo para tus "pasiones". Hacer lo que nos gusta es fundamental para disminuir nuestra ansiedad. Cuando hacemos aquello que nos hace fluir, disfrutar, generamos sustancias que permiten aumentar nuestro bienestar. Reserva tiempo para estas actividades.
6. Revisa tus pensamientos. ¿Qué historias te montas? ¿Eres de las personas que anticipan resultados negativos? Pon atención a tus pensamientos y no te enganches en pensamientos improductivos. Estos pensamientos sólo te llevan a sufrir ansiedad anticipatoria.
7. Practica técnicas de relajación. Estamos dotados de un cuerpo que dispone de todos los recursos para afrontar la ansiedad. Uno de ellos es saber respirar adecuadamente para alcanzar un estado de relajación que nos permita controlar la ansiedad.
Ahora te animo a que practiques estas sencillas recomendaciones para mejorar el control de la ansiedad.
Te invito a que dejes tu comentario en este blog.
Muchas gracias y hasta pronto!
¿Es bueno ser perfeccionista?
Para muchos la respuesta obvia sería: sí, claro. Pues bien, me gustaría compartir mis reflexiones al respecto, fruto de mi experiencia personal y profesional en consulta y acompañando a personas en procesos de coaching.
1. No somos seres perfectos.
Cuando antes aceptemos esta realidad, antes podremos aprender a gestionar nuestras expectativas y evitar frustraciones inncesarias.
2. Objetivo: alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.
Trabaja para superarte, para mejorar, para alcanzar tus propósitos, disfruta aprendiendo a vivir y aprenciando el camino, el proceso, no sólo el resultado.
3. Pretender ser perfecto vs actitud de crecimiento.
Cuando alguien se cree perfecto o quiere serlo, siente la necesidad irrefrenable de controlar cada uno de sus actos, de estar siempre "en la cima", de no cometer errores, no se da permiso ni para despeinarse si se me permite el guiño. Esta rigidez le convierte en esclavo por elección de su vida y le lleva a vivirla desde la ansiedad, el estrés y en muchas ocasiones con un autodesprecio por no alcanzar esa perfección.
4. Dime qué padeces y te diré como eres.
La desmesurada autoexigencia conlleva tal grado de tensión que provoca la aparición de dolencias físicas (somatizaciones) como por ejemplo dolor de espalda (cervical), dolor de cabeza, migrañas, dificultades digestivas, cálculos en órganos como la vesícula y riñón... Especialmente las mujeres pueden presentar trastornos de alimentación como la anorexia que está directamente vinculada con la baja autoestima. Conocer tus límites y aceptarlos ayudará a mejorar tu salud mediante una adecuada gestión emocional.
5. ¿Qué se esconde tras el perfeccionismo?
La personalidad perfeccionista se forja en los primeros años de vida y está asociada a las experiencias vividas durante la infancia. El pensamiento que subyace es que: " si lo haces bien, te querrán, mientras que sino puedes ser el blanco de desprecio, burlas o críticas". Esta idea crece y se graba en nuestro interior pudiendo llegar a convertirse en un verdadero lastre que afecta a nuestra autoestima.
Por último quiero invitarte a responder algunas preguntas si te has sentido identificado/a con la descripción anterior.
¿Para qué quieres ser perfecto?
¿Qué motivos hay en esa búsqueda de la perfección?
¿Qué te comporta aceptar tus áreas de mejora?
"La perfección es una pulida colección de errores". Mario Benedetti.
Gracias por tu atención y como siempre te invito a dejar tu comentario.
Hasta pronto!
Houston, tenemos un conflicto.
La generación de conflictos, desgraciadamente, es una situación que vivimos con demasiada frecuencia en nuestra vida cotidiana. En el trabajo, la familia, la pareja e incluso con los amigos pequeñas desavenencias pueden llegar a convertirse en un verdadero conflicto.
Durante el conflicto emergen múltiples emociones (rabia, tristeza, desazón, envidia, culpa,...) que deberán ser gestionadas adecuadamente para que éste se resuelva de forma productiva para ambas partes.
Existen algunas habilidades que pueden ayudar en el manejo del conflicto:
* Mantener el vínculo o restablecerlo con la persona que se tiene el conflicto.
Es importante no dejarse llevar por la presión y percibir al otro como el "enemigo" y abandonar. En muchas ocasiones, realmente la discrepancia no está con la persona sino con la situación. Hay que aprender a diferenciar entre la persona y el problema sobre el que se difiere.
* Establecer un diálogo a partir de una actitud asertiva y negociadora.
El abordaje del problema desde una actitud asertiva ayudará a disminuir el grado de tensión entre interlocutores y a buscar una solución productiva para ambas partes. La negociación servirá para ajustar las aceptaciones y renuncias que ambas partes deberán convenir.
* Abordaje directo del tema origen del conflicto.
En ocasiones el miedo al conflicto hace que las situaciones se disfracen y no se pongan "todas las fichas encima el tablero", lo cuál dificulta la resolución de la situación.
* Comprensión de las causas del conflicto.
Las causas de un conflicto en ocasiones no están en la situación que lo ha provocado, sino en una discrepancia entre los valores, creencias, necesidades, intereses,...de cada una de las partes. Por tanto, el abordaje debe hacerse desde este punto y no tanto desde la superficialidad de la situación. Hay que saber llegar al verdadero punto de discrepacia.
* Utilice su empatía.
El sistema límbico de nuestro cerebro permite identificar cúales son las emociones de los demás y por tanto, disponer de la posibilidad de "calzarnos sus zapatos" para ver la situación desde otro punto de vista. Sólo así, podremos ser capaces de entender su posición y realizar las concesiones que consideremos oportunas para la resolución del conflicto.
Gracias y hasta pronto.
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